Recuerdo que hace algunos años alguien me llamo de la revista New Era y me pregunto si estaría dispuesto a escribir un articulo para posible publicación. La edición completa de la revista iba a estar enfocada en la amistad. Cuando me dijeron el tema, me pregunte por qué querrían que yo escribiera sobre este tema en particular. El titulo del articulo era: “¿Por que no tengo amigos? -¡Hermano John, usted fue el que primero se nos paso por la mente!
Entonces si buscan la revista New Era de Junio de 1988, encontraran un artículo llamado: “No tengo amigos”, por John Bytheway.
Mientras escribía el artículo recordé algo que me ocurrió después de una convención de jóvenes a la que asistí. Un Joven con lágrimas en los ojos se me acerco y me preguntó: ¿Qué hago para hacer que la gente me quiera? Lo pensé por un momento, finalmente le dije… “Creo que no puede forzar a nadie a que quererlo, pero tal vez si pueda hacer de usted mismo una persona más fácil de querer. Usted no siempre puede cambiar el corazón y la mente de las personas, pero sí tiene la capacidad de cambiarse a sí mismo.”
A veces como adolescentes o como adultos nos enfocamos en cosas que no podemos controlar. Algunos de nosotros nos obsesionamos tanto por un deporte al punto de que nuestro estado de ánimo se ve afectado por el resultado de nuestro equipo en el último partido. Por ejemplo: Conozco personas que pasan noches enteras sin dormir por que su equipo favorito de la NBA perdió en la final. Personalmente soy hincha del Jazz de Utah, y he tenido que repetirme una y otra vez: John, no puedes poner tus sentimientos en cosas que no puedes controlar.
Unas de las cosas en las que los jóvenes adultos mas piensan es en el noviazgo y en el matrimonio. Aunque muchas personas encuentran rápida y fácilmente a alguien con quien casarse, otros encuentran mucha dificultad en este proceso. Es a éstos a quienes principalmente me gustaría hablar hoy.
Imagínese a usted sentado frente a un gran piano de cola, las luces del salón hacen brillar las teclas y la madera cuidadosamente pulida; el salón esta lleno de personas y usted es quien se sienta en la silla frente al piano. La partitura puesta sobre el piano es una pieza a cuatro manos llamada: Matrimonio (Dueto). Durante la noche algunos se acercan a usted y con una mirada confusa le preguntan:
- ¿Hey, por que no tocas esa pieza?
Usted responde:
- Me gustaría pero es un dúo, necesito que alguien se siente a mi lado y la toque conmigo.
- Bueno, tal vez usted no se esta esforzando lo suficiente; murmuran mientras se alejan.
Luego usted se pregunta si podría tocar todas las notas que la pieza requiere con solo dos manos.
Minutos después alguien más se acerca y pregunta: