La Pasión (The Passion)Los últimos días de Jesús no sólo son fundamentales para conocer algunos de los aspectos más importantes del cristianismo, sino que la propia tradición ha hecho de ellos una época, la Semana Santa, de recuerdo y de festividad. La pasión y la muerte del Mesías remueve demasiado y, por ello, poner en tela de juicio o dudar de algunos de sus aspectos más relevantes resulta mucho más polémico que extrapolar la duda o cuestionar los hechos a la Navidad y al nacimiento de Jesús. Por eso, La pasión, miniserie producida por la BBC y por la HBO, ya que sus autores se han basado en los últimos descubrimientos arqueológicos, científicos e históricos para reinterpretar diversos aspectos de esos días, desde la crucifixión hasta el papel o la personalidad de algunos de los más importantes protagonistas de la historia. Por estas razones y reinterpretaciones, la trama, a pesar de ser bien conocida, resulta muy interesante. El inicio de la Semana de Pascua judía está cerca. Eso significa que, en los próximos días, la ciudad de Jerusalén se llenará de peregrinos llegados de todas partes para celebrar una de las fechas más importantes del calendario religioso. Sus responsables saben que mantener el orden civil, por un lado, y el fervor religioso sin riesgos, por otro, conllevará un intenso trabajo. Con lo que ninguno de los dos cuenta es con que alguien revolucionará la semana y, con ella, el resto de la historia desde ese momento: se trata de Jesús el Galileo, conocido por sus adoctrinamientos y su revolucionaria interpretación del mensaje de Dios. Se acerca montado en un burro y entrará por la puerta este de la ciudad, con lo que se cumplirán dos de las más poderosas profecías que anuncian en el Judaísmo la llegada del Mesías. Para algunos, eso significa que ha llegado el hombre que liderará la victoria militar sobre los romanos, lo que pondrá en guardia a Poncio Pilatos; para otros, el que trae la salvación espiritual, algo que Caifás se niega a aceptar. Las multitudes comienzan a amontonarse en las calles y Jesús, incluso antes de llegar, se convierte ya en un peligro.
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