El Libro de Mormón da testimonio de Jesucristo y nos enseña cómo llegar a ser Sus discípulos. El profeta José Smith (1805–1844) afirmó que “un hombre se acercaría más a Dios al seguir sus preceptos que los de cualquier otro libro” Al estudiar el Libro de Mormón con espíritu de oración, el Espíritu Santo continuamente le testificará al corazón y a la mente en cuanto a la función divina del Salvador como Redentor del género humano.